El adiestramiento tiene como finalidad principal establecer una vía de comunicación, mejor dicho «LA VIA DE COMUNICACION» de cada dueño con su perro. Junto con la comprensión y respeto mutuo. Sin la socialización y el entrenamiento adecuados, el perro que acabas de adoptar puede convertirse rápidamente en una carga.
El adiestramiento os dará mas confianza tanto a ti como a tu perro. Entenderás los secretos de la psicología canina, aumentará la resistencia física y mental de tu perro y ademas ayudara a prevenir y evitar problemas de conducta futuros si ya hay un «lenguaje» establecido entre ambos.
Miles de animales son sacrificados cada año porque son “incontrolables”, “imposibles de recuperar”, “ladran demasiado”, ”tienen comportamientos agresivos”, etc.
Muchos de estos animales han sido sentenciados por su comportamiento mientras que estaban sufriendo y sus identidades estaban en conflicto con su entorno. El mejor regalo que podemos ofrecer a nuestros animales es cuando uno aprende a mirar más allá de sus propias necesidades.
Tener un perro implica: darle cariño, dedicarle tiempo, recursos económicos y ganas de aprender a comunicarse con el. Si no puedes cumplir con estas condiciones, no adquieras un perro. No se lo merece.
Aunque a veces hasta la ignorancia del hombre nos da la impresión que hace feliz a su perro. El comportamiento del perro está formado por una combinación entre GENÉTICA, FACTORES AMBIENTALES Y HUMANOS que pueden conducir a comportamientos aparentemente imposibles de controlar o a un comportamiento extraño.
Lo más importante para nosotros es entender y detectar la razón por la que un perro puede estar pasando por conductas extrañas : Ansiedad, nerviosismo, miedo, agresión y depresión son emociones normales en la vida de cada animal.
A algunos animales les aterrorizan los truenos, el veterinario, las motos y los coches etc. Los cambios de comportamiento del perro o sus tendencias nerviosas pueden empeorar con el tiempo, aumentando también el sufrimiento del perro.
Sus comportamientos en estas circunstancias nos inducen a pensar lo peor de nuestra mascota a pesar de que en el fondo es la que más está sufriendo por algún motivo que a simple vista somos incapaces de detectar, por ello es nuestro deber aprender y conocer su lenguaje.